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domingo, 9 de mayo de 2010

¿Qué pasa con los africanos? (FAQ hibridación neandertal I)

Tras el reciente estudio en el que se descubría una hibridación entre el sapiens y el neandertal surgen un montón de cuestiones interesantes, como también líos y malentendidos.

Por ejemplo, para empezar:

¿Es cierto que sólo las personas no africanas tienen herencia neandertal?
¿Es cierto que los africanos son Homo sapiens puros, sin mezcla con el neandertal?


La respuesta corta es que no. Estrictamente hablando, no es cierto.

En primer lugar no se ha estudiado los genes de todos los africanos. Solo se han comparado el de un nigeriano de etnia yoruba y el de un san (bosquimano). Pero África es extraordinariamente diversa; hay muchos otros pueblos y, especialmente hacia el norte se produce desde la antigüedad una compleja mezcla genética con Europa del Sur y Asia occidental. Es muy probable que, si se hubieran comparado genomas de más personas africanas de diferentes lugares y etnias, hubieran aparecido también trazas de ADN neandertal. Es también muy probable que gran parte de la población africana, especialmente en la parte norte, también tenga ese aporte genético neandertal.

¿Y si nos restringimos solo a la denominada África Negra, o África subsahariana? Pues si la propuesta del citado estudio es correcta, parece probable que, efectivamente, la mayor parte de sus habitantes carezcan de esa parte neandertal. Por lo general son poblaciones autóctonas, cuyos antepasados no participaron en la migración sapiens que pobló el mundo saliendo de África hace unos 60.000 años y encontrándose con los neandertales en Oriente Próximo y en Europa.

Pero hay que tener en cuenta que el estudio se ha hecho de tal forma que (si lo he entendido bien) no es posible detectar un hipotético aporte neandertal que fuera común a todos los sapiens actuales. Pienso que entra dentro de lo posible que los individuos cuyos genomas han sido estudiados (el yoruba, el san, el chino, el francés y el papú) fueran todos descendientes de antiguos híbridos entre sapiens y neandertal, o incluso entre sapiens y otros homínidos distintos. Esa herencia sería totalmente compartida, y por tanto sería invisible en el análisis. Si los híbridos sapiens-neandertal se hubieran introducido posteriormente en África y se hubieran mezclado con las poblaciones locales, podríamos tener a toda África "contaminada" con esos genes de un modo invisible. Sin embargo, esto implica una migración extra, y si tenemos mentalidad científica hemos de preferir la explicación más sencilla en ausencia de pruebas extra. Por tanto, nos quedamos de momento con que los africanos subsaharianos carecen, en su mayoría, de la herencia neandertal.

¿Qué pasa con los "negros", en general? Aunque la raza negra no exista como algo biológicamente real (y éste es un debate que nos distraería mucho ahora), existen las personas que son clasificadas (o ellas mismas se clasifican) como negras a lo largo y ancho del globo. En América, especialmente, suelen tener bastante mezcla genética con poblaciones extra-africanas. Se calcula entre un 10 y un 20% de herencia europea en los negros o "afroamericanos" de Estados Unidos, por término medio. Por tanto, Will Smith, Beyoncé Knowles y, por supuesto, Barak Obama (un "negro" que es 50% "blanco") también tendrían, unos más que otros, su parte neandertal.

¿Y eso es malo o bueno? Aunque no se sepa nada sobre las posibles ventajas o desventajas de la herencia neandertal, los racistas lo utilizarán como excusa pseudocientífica de todas formas. De momento, los supremacistas blancos, después de siglos de comparar el supuesto primitivismo físico y mental de los negros con el de los neandertales y otros humanos extintos, ya empiezan a "cambiar el chip" y alegrarse con la noticia, pues justificaría según ellos una diferenciación genética entre el África negra y el resto del mundo, que estaría dotado con una ventaja genética inesperada procedente... de esos nativos europeos de piel y cabellos claros, fuertes músculos y gran cerebro. Por su parte los racistas negros, que haberlos haylos, verán confirmada la también pseudocientífica teoría de que los blancos son tan fríos y malvados porque descienden de neandertales brutales y sanguinarios, de piel velluda y genitales encogidos.

Foto: chica bosquimana (san), por Lisa Gray

domingo, 25 de abril de 2010

¿Neandertales entre nosotros?

Podría venir desde la genética la explicación de qué sucedió con los neandertales, que tanto debate genera en la paleoantropología. Según un estudio reciente presentado en la reunión anual de la American Association of Physical Anthropologists, los neandertales se habrían cruzado con nuestros antepasados sapiens, y podrían haber sido “absorbidos” genéticamente.

image En un análisis genético de unas 2000 personas de diversas partes del mundo, se han encontrado evidencias de que todavía hay algo de material genético neandertal, prueba de que se dio un intercambio genético en el pasado entre sapiens y neandertales.

Las reuniones de la American Association of Physical Anthropologists se caracterizan por la presentación de investigaciones en curso, que todavía no han presentado formalmente sus resultados en una publicación. Se presentan allí para el debate con la comunidad de antropólogos, arqueólogos y paleoantropólogos. Este año se ha realizado en Albuquerque, Nuevo México, Estados Unidos.

Según dice Jeffrey Long, antropólogo genetista de la Universidad de Nuevo México, y director del grupo que realizó el estudio, “esto significaría que los neandertales no desaparecieron por completo”. Habría un poco de neandertales en casi todos los humanos actuales.

El estudio se llevó a cabo en 1983 individuos de 99 poblaciones diferentes provenientes de África, Europa, Asia, Oceanía y América. Analizaron 614 posiciones microsatélite, que son secciones del genoma que pueden ser usadas al estilo de huellas dactilares. Luego crearon un árbol para explicar la variación genética observada en esos microsatélites. Y la mejor forma de explicar las variaciones que vieron es que al menos se dieron dos períodos de intercambio genético entre Homo sapiens y una especie arcaica como por ejemplo el Homo neanderthalensis.

Los investigadores utilizaron tanto la genética como la información que se tiene del registro fósil para localizar esos dos momentos de encuentro de poblaciones en los que se habría dado un intercambio genético. Según deducen, habría sido uno hace 60 mil años en el este del Mediterráneo, y otro 45 mil años atrás en el este de Asia.

Esos dos eventos habrían ocurrido luego de que los Homo sapiens comenzaron a salir de África, evento documentado por los fósiles y la genética hace unos 60 mil años. Esto se deduce también porque no se descubrió evidencia de otras poblaciones arcaicas en los genomas africanos.

Lo que indica que sólo se dieron intercambios en las poblaciones de fuera de África. El evento del Mediterráneo sería con los neandertales y el de Asia sería con los descendientes de Homo erectus asiático, o tal vez del Homínido X.

El equipo del famoso genetista Svante Pääbo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, encargados del proyecto Genoma Neandertal, han anunciado que para dentro de poco podrán anunciar que han terminado de secuenciar el genoma completo de un neandertal. Ya han mostrado el primer borrador, y faltaría que publiquen los resultados y un análisis completo de esos genes que han secuenciado.

También con este material en mano se podrán hacer muchos estudios, incluso una prueba completa de hipótesis como la de estos científicos de Nuevo México.

Por ahora todos los resultados del equipo del Genoma Neandertal, no mostraban evidencias de que hubiese existido un intercambio genético entre neandertales y sapiens. Pero la prueba definitiva vendrá una vez se tenga el genoma completo.

Fuente: Nature

El misterio del Homínido X


Más de cien años le llevó al mundo científico aceptar la existencia de otra especie humana cuando se dieron a conocer los neandertales en el siglo XIX. Algo parecido ocurrió cuando en 2004 se mostraba al mundo otra especie humana totalmente diferente a la nuestra, diminuta como uno de los hobbit de El Señor de los Anillos. Se trata del Homo floresiensis, al que los científicos le negaban su estatus de especie un año atrás.

Por eso Johannes Krause, y su equipo del Max Planck Institute de antropología evolutiva en Leipzig, tuvieron mucha cautela de no decir que lo que descubrieron en Siberia era una nueva especie humana. El asunto es que cuando se estudia la historia evolutiva de nuestro género humano, los paleoantropólogos tienen que comportarse cual detectives que desentrañan un misterio.

En el verano de 2008 arqueólogos rusos descubrieron fragmentos de huesos en la cueva Denisova, ubicada al sur de Siberia en la falda de las montañas Altai. Los restos tienen entre 48 y 30 mil años de antigüedad, si bien la cueva fue habitada de forma intermitente durante 125 mil años. Este yacimiento era conocido desde antes por haber aportado herramientas de piedra catalogadas como pertenecientes al tipo cultural Musteriense. Esta modalidad de tallar las piedras ha sido asociada por lo general con los neanderthales, primeros sospechosos. Pero menuda sorpresa se llevaron cuando uno de esos trozos de hueso, una falange de dedo meñique, fue analizado genéticamente.

PROYECTO GENOMA NEANDERTAL

Bajo la tutela del famoso genetista Svante Pääbo se viene llevando a cabo desde hace varios años lo que se ha llamado el Proyecto Genoma Neandertal. Como su nombre lo dice, la idea es llegar a secuenciar el genoma completo de esta especie humana que vivió hasta hace unos 35 mil años y está tan emparentada con nosotros.

Parte de este proyecto era el intento, de Krause y algunos colegas, de extraer una muestra de ADN de ese dedo meñique siberiano para determinar si esos supuestos neanderthales eran muy diferentes a los descubiertos en Europa y Medio Oriente. Pero lo que descubrieron fue algo totalmente distinto.

Lograron extraer ADN mitocondrial y, luego de analizarlo, lo compararon con 54 muestras de humanos actuales, con una de Homo sapiens de tiempos paleolíticos, con seis muestras neandertales y dos de otros primates: una de bonobo y otra de chimpancé.

Los resultados arrojaron un linaje genético totalmente desconocido hasta la fecha. No es neandertal, no es Homo sapiens y sin duda no es un mono. Es un miembro de nuestro género humano, un pariente del que no teníamos noticias hasta la fecha.

EL ADN NUESTRO DE CADA DÍA

Este linaje genético fue identificado analizando una muestra de ADN mitocondrial extraído del fósil. Es algo muy difícil de lograr, ya que se requiere de circunstancias excepcionales para que el ADN sobreviva en el fósil durante mucho tiempo.

El ADN se mantiene en los huesos de los seres vivos cuando mueren, pero con el paso del tiempo se va degradando, proceso que se acelera si los huesos están en zonas cálidas o de suelos ácidos.

Para analizar el genoma de un fósil se pueden extraer dos tipos de ADN, el mitocondrial y el nuclear. Para que se entienda la diferencia entre uno y otro baste decir que el ADNm tiene sólo 13 genes que se ocupan del transporte y el manejo de la energía que alimenta a nuestro cuerpo. El ADN nuclear es cientos de veces más grande que el mitocondrial y es el que tiene el código completo, que no se ocupa de una sola cosa, sino de todo el funcionamiento del cuerpo humano. Pero claro, el mitocondrial es más fácil de conseguir que el nuclear.

Ese trocito de dedo meñique tiene un ADNm que difiere mucho de los que se conocían hasta ahora. Para que se den una idea, si comparamos el ADNm de los neanderthales con el nuestro, encontraremos 202 diferencias. El fósil de Denisova, apodado Mujer X, tiene 385 diferencias con respecto a cualquiera de nosotros.

SIBERIA Y EL HOMÍNIDO X

El misterio real comienza cuando los paleoantropólogos se hacen a la idea de que hace 40 mil años existía en Siberia un homínido de un linaje genético desconocido. Apenas a 100 kilómetros de la cueva de la Mujer X se descubrieron huesos que, claramente, pertenecían a neanderthales, así que se sabe que estaban por allí para la misma época.

Los Homo sapiens se originaron en Africa hace unos 200 mil años. Salieron de ella por primera vez 100 mil años atrás, pero sólo colonizaron la zona de Medio Oriente. Hace unos 60 mil años ya fueron saliendo en una migración que los llevaría a todo el mundo, como ya vimos en una nota anterior de Futuro. Fue un período corto en el que convivieron varios linajes genéticos diferentes e Siberia.

Pero hablar de linaje genético no es lo mismo que hablar de especie. Hacen falta más datos para poder asegurar que se trata de una especie nueva, como por ejemplo conseguir extraer ADN nuclear de esos mismos fósiles, algo que ya están intentando los mismos científicos.

Otra forma sería conseguir fósiles más completos, que permitan comparar la forma de los huesos. Pero por ahora sólo se puede especular con los datos que se tienen a la mano, así es que los paleoantropólogos se convierten en detectives.

LOS SOSPECHOSOS DE SIEMPRE

Hace 40 mil años en Africa estaban los Homo sapiens, en Europa los neandertales, en Medio Oriente estas dos especies. Ambas pertenecen al género Homo, humanos. Se sabe que en Indonesia, en el Sudeste Asiático, vivía para esa época el Homo floresiensis, el hobbit de la isla de Flores. Pero todavía no se sabe a ciencia cierta a quién podríamos encontrar si recorriéramos Asia con una máquina del tiempo.

El Homo erectus, una especie humana más antigua partió de Africa, su cuna, por primera vez hace 1,8 millón de años. Hay evidencias de que al menos vivió en Asia hasta hace unos 100 mil años y hay algunos científicos chinos que dicen que se los puede encontrar allí incluso hasta la llegada de los Homo sapiens a la región.

Así que el primer sospechoso para ser identificado como la Mujer X es el Homo erectus. Podría ser que este linaje genético desconocido pertenezca a los descendientes de esta especie, si bien no hay fósiles completos que puedan probarlo. El problema es que analizando las diferencias genéticas entre el ADNm de la Mujer X, los neandertales, y nosotros, se puede deducir que el linaje X se separó del árbol familiar humano hace 1 millón de años. Esto lo aleja de los Homo erectus asiáticos, que se habrían separado del árbol humano hace 1,9 millón de años.

Igualmente esta deducción se basa en una serie de supuestos que son bastante inciertos en genética. Para calcular esas fechas se cuentan las mutaciones en el ADN mitocondrial, que es pasado de madre a hijo únicamente.

Con este nuevo descubrimiento, por ejemplo, se ha modificado el tiempo en el que neandertales y Homo sapiens se separaron de su ancestro común. Por esta razón no es fiable, no es una datación absoluta.

Según nos contó Carles Lalueza Fox, experto en paleogenética del Instituto de Biología Evolutiva de España, “el hecho de que un linaje mitocondrial sea muy diferente de los linajes neandertales, no excluye que este individuo no pueda ser un neandertal. Podría ser que lo que llamamos normalmente H. heidelbergensis, y que normalmente está referido a restos europeos, tuviera también poblaciones coetáneas en Asia. Creo que dado el rango geográfico, estas poblaciones podrían estar estructuradas geográficamente, quizás en el oeste de Eurasia habrían dado lugar a los neandertales a través de sucesivos cuellos de botella demográficos (propiamente un evento de especiación) y en el este habrían quedado algunas de estas poblaciones hasta el límite del paleolítico superior”. El misterio del Homínido X sólo se resolverá con más datos que provengan tanto desde la genética como de la antropología.

«Los neandertales eran culturalmente muy similares a nosotros»


«La información que se derive del estudio de los fósiles del Sidrón va a sorprendernos más de una vez»


Director del grupo de paleoantropología del Museo Nacional de Ciencias Naturales, Antonio Rosas se ocupa desde hace años del estudio de los fósiles neandertales de la cueva del Sidrón (Piloña), una colección de indudable importancia que está contribuyendo de manera especial al conocimiento de la especie y al proyecto internacional «Genoma neandertal». Especialista en la evolución del sistema craneofacial en homínidos, Rosas acaba de publicar «Los neandertales», un libro que recoge los últimos avances y aporta claves para el conocimiento de la especie que pobló Europa.

-La raza humana se originó en África; sin embargo, ése no parece ser el caso de los neandertales. ¿Son los primeros europeos?, ¿dónde aparecen?

-Los neandertales son una especie humana genuinamente europea. Sabemos con relativa certeza que su origen se encuentra en las poblaciones que habitaron Europa hace cerca de medio millón de años. Sin embargo, no podemos decir que sean los primeros europeos. Antes de que existieran los neandertales, en Europa vivieron poblaciones humanas de más de un millón de años.

-¿Se refiere al Homo antecessor de Atapuerca?

-Hay evidencias de su presencia en Atapuerca y cada vez más muestras de su industria lítica en otros yacimientos de la Península, ocupados hace más de 800.000 años.

-La especie se identifica por primera vez en 1856 en un valle bautizado «Neander» que significa hombre nuevo. Ahora acaba de ocurrir algo similar con el hallazgo de un nuevo linaje, conocido como «Mujer X».

-Ambos descubrimientos ponen de manifiesto la existencia de especies/linajes humanos distintos del nuestro. Desde ese punto de vista son similares. Sin embargo, las circunstancias que rodean ambos descubrimientos son bien distintas. Hoy estamos más acostumbrados al hallazgo de novedades en la evolución humana. Cuando apareció el neandertal, fue una auténtica revolución científica y social.

-¿Qué opinión le merece un reciente estudio que sitúa el origen del homo sapiens en un cambio climático que lo hizo evolucionar del neandertal?

-El Homo sapiens no evolucionó del neandertal. Hoy sabemos que ambas especies humanas compartieron un antepasado común a partir del cual evolucionaron de forma independiente. Por tanto, debemos descartar definitivamente la idea de que los neandertales fueron nuestros antepasados. Esta afirmación es muy importante para poder entender el papel que tiene la especie humana actual en la Naturaleza.

-En su libro analiza las posibles causas de la extinción de los neandertales. ¿De qué manera influyeron las bajas temperaturas que los empujaron hacia reductos del Sur?

-La influencia de las bajas temperaturas y crisis ecológicas asociadas sobre la extinción de los neandertales es un planteamiento muy nuevo que aún necesita mayor soporte empírico. Es cierto que la existencia de los reductos del Sur, y también algunos posibles reductos crípticos del Norte, nos informan de procesos que pueden tener relación con el clima, pero hoy por hoy carecemos de la información suficiente para descartar ninguna hipótesis.

-¿Ve más probable que su desaparición esté vinculada a la competencia por los recursos con los humanos modernos?

-Sin duda, la extinción es un tema complejo y de mucho interés teórico y práctico. Factores como la competencia ecológica con los cromañones llegados a Europa hace unos 40.000 años o el efecto de una fragmentación genética de las poblaciones neandertales pueden haber tenido una importante repercusión en la extinción de los neandertales. Posiblemente hayan sido muchos los factores que influyeron.

-¿Eran más parecidos a nosotros de lo que se pensaba?

-Desde el punto de vista anatómico, los neandertales eran bien distintos de nosotros, siempre en una escala relativa. Sin embargo, lo que se ha descubierto en los últimos años es que ellos eran culturalmente mucho más similares a nosotros de lo que preconizaba aquella imagen casi mítica de primitividad creada a principios del siglo XX y profundamente arraigada en nuestro inconsciente colectivo. Hoy vamos viendo una mayor similitud cultural entre ambas especies, sin olvidar nunca que comprender la particular naturaleza de los neandertales es un reto permanente en la investigación científica.

-Usted sostiene que no hay pruebas válidas de su supuesta inferioridad intelectual y que sus cualidades cognitivas son similares a las de los humanos modernos, aunque eso choca con las habituales prácticas caníbales de la especie.

-No hay contradicción alguna. El canibalismo es una práctica muy antigua de diferentes especies humanas, incluida la del Homo sapiens. Hay pruebas contundentes de la práctica de canibalismos en sociedades humanas relativamente recientes. El canibalismo es un tabú de la sociedad occidental cuya práctica puede provocar fuertes reacciones contrarias, pero en ningún caso denota inferioridad.

-¿De qué manera contribuyen los fósiles del Sidrón al esclarecimiento de la naturaleza de los neandertales?

-De muchas formas, y aún estamos casi al principio. La información genética que se está recuperado en el Sidrón esta entrando en los libros de texto (destino último de la investigación) a gran velocidad dada la calidad y originalidad de los datos. Igualmente, las condiciones particulares del yacimiento y la forma de plantear su estudio nos darán en muy breve plazo claves importantes sobre el comportamiento de los neandertales. A medio plazo, me atrevo a predecir que la información que se derive del estudio del genoma neandertal aportada por los fósiles asturianos nos va a sorprender en más de una ocasión.

-Recientemente se conoció que utilizaban ornamentación corporal, lo que se interpretó como una muestra de comportamiento moderno.

-Sin lugar a dudas. Es, probablemente, la prueba más solvente y de mayor capacidad de convicción. El sentido estético es uno de los atributos que el ser humano se ha arrogado para sí, a diferencia del resto de la Naturaleza. Demostrar que otros habían desarrollado este sentido estético es reconocerles una cualidad intrínsecamente humana.

-Valore el reciente hallazgo del que pudo ser el primer antepasado del género Homo.

-Es interesante para profundizar en uno de los aspectos menos conocidos de la evolución humana. Forma parte de un conjunto de especies que presentan una combinación de caracteres que hacen difícil identificar el antepasado directo del género Homo. Este viene a completar el cuadro y muestra que puede haber conexiones morfológicas entre australopitecos y Homo erectus.

domingo, 11 de abril de 2010

Australopithecus sediba

"Los especímenes de Malapa muestran que la transición evolutiva desde un hominino pequeño y quizás más adaptado a la vida arbórea (como el Australopithecus africanus) hacia otro de mayor tamaño, posiblemente un completo caminante (como el Homo erectus) ocurrió en mosaico."
Esto dicen los autores del trabajo*, publicado en Science, que puede leerse aquí y descargarse aquí.

Yo es que me temía lo peor. Pero parece que los fósiles del Australopithecus sediba son magníficos, que los científicos han publicado un excelente estudio, que sus hipótesis están bien fundamentadas con los abundantes datos que aportan de forma abundante y transparente, etc. Tenemos un fósil transicional muy interesante, que podría ser, según los autores

1) descendiente del Australopithecus africanus

2) el pariente más cercano del "género humano" (Homo) que se conoce por ahora.

Aunque posee una morfología general típica de los australopitecos, el Au. sediba también presenta una serie de rasgos nuevos y compartidos con los humanos en el cráneo (mandíbula grácil, dientes pequeños...) y en la cadera y las piernas (rasgos que lo convertirían en un bípedo más eficiente). Lo curioso es que parte de estos rasgos son comunes con el Homo erectus, pero no están presentes en otros humanos más primitivos (H. habilis / H. rudolfensis). Y es posible que esto tenga consecuencias en la reconstrucción del árbol evolutivo humano y en la clasificación de algunos de sus miembros. El Au. sediba vivió hace entre 1,95 y 1,78 millones de años en lo que hoy es Sudáfrica, y en esa época coexistía con el H. habilis y el H. erectus.

Para saber más podemos leer, por ejemplo, Mundo Neandertal, Laelaps y John Hawks

En cuanto al eslabonazo, ha sido de los gordos.
Definamos la palabra para los no habituales del blog. Eslabonazo: explosión de titulares sobre el "eslabón perdido" en los medios de comunicación. Como ya hemos dicho por aquí cientos de veces, el concepto de eslabón perdido no es científicamente válido y su repetición constante en la prensa alimenta el mito de que los científicos están buscando siempre un fósil crucial (y afirmando patéticamente que lo han encontrado). Lo cual perpetúa una serie de prejuicios y de ideas erróneas sobre la investigación paleontológica, sobre el significado de los fósiles, y sobre la teoría de la evolución.

No me voy a poner a chillar otra vez por culpa de este asunto, pero aquí va una pequeña muestra de la estupidemia de eslabonitis:

Encontrado el eslabón perdido entre el hombre y los simios (telegraph.co.uk)
Hallan los restos de un nuevo homínido que podría tratarse del 'eslabón perdido' (20 minutos)
¿Es la nueva especie el "eslabón perdido"? (Daily News)
¿Éste sí es el eslabón perdido? (BBC Mundo)
Científicos habrían hallado el eslabón perdido (24horas.com.pe)

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*Berger, L., de Ruiter, D., Churchill, S., Schmid, P., Carlson, K., Dirks, P., & Kibii, J. (2010). Australopithecus sediba: A New Species of Homo-Like Australopith from South Africa Science, 328 (5975), 195-204

La "mujer X" de Siberia: no necesariamente una nueva especie


¿Ha sido descubierta una nueva especie humana gracias al ADN de un hueso del dedo meñique? Es lo que aparece en casi todas las noticias. Nature News lo insinúa "Fossil finger points to new human species" y, por supuesto, muchos medios lo afirman de un modo tajante:

La "Mujer X": hallan restos de una nueva especie humana
(Público)
Hallan ADN de una nueva especie de homínido que vivió en Siberia hace 40.000 años (El Mundo)
Una especie humana desconocida vivió hace 40.000 años en Siberia (ABC)
Anuncian la identificación de una nueva especie de homínidos en Siberia (Gara)
Hallan una nueva especie humana en Siberia (Diario Digital Transexual)

(En otros medios el titular es más prudente y hay que decirlo: La Mujer X, un nuevo linaje humano (El País).

El ADN analizado es el mitocondrial (transmitido por las hembras, de ahí lo de "mujer X"). Y el caso es que este ADN, completamente secuenciado, no encaja con los ADNs mitocondriales conocidos de los Homo sapiens ni de los neandertales. Pero es que solo se conoce el ADN mitocondrial de los sapiens actuales, y de escasos individuos fósiles, tanto sapiens como neandertales. Los científicos calculan que hace menos de medio millón de años divergieron los linajes mitocondriales de sapiens y neandertales conocidos. El ADN mitocondrial hallado en Siberia habría divergido hace un millón de años. Pero no es lo mismo la divergencia de los genes que de las especies. En las poblaciones humanas actuales coexisten linajes genéticos recientes y otros mucho más antiguos, más aún que el origen de nuestra propia especie. En teoría, es perfectamente posible que ese niño "siberiano" de hace 40.000 años no perteneciera a una "especie desconocida" sino a un neandertal, un Homo heidelbergensis, un Homo erectus tardío o incluso un H. sapiens. Por supuesto, es posible también que pertenezca a una especie nueva para la ciencia. Es una posibilidad, no un hecho. ¿Cuál de las posibilidades es más probable? Pues ahí está el mesénquima del asunto.

Os remito al FAQ de John Hawks. Como dato curioso, en el trabajo científico original de Krause et al sobre el "hominino de Siberia", publicado en Nature*, no aparece la palabra "especie" por ninguna parte.
______________
*Krause J, Fu Q, Good JM, Viola B, Shunkov MV, Derevianko AP, Sääbo S. 2010. The complete mitochondrial DNA genome of an unknown hominin from southern Siberia. Nature (early online) doi:10.1038/nature08976 2010

Eslabonitis: síntomas leves y graves

¿Cómo utilizan los medios la expresión "eslabón perdido" durante un episodio de lo que hemos venido llamando eslabonitis o, más vulgarmente, eslabonazo? Éste es un esbozo preliminárido, no pretende ser un análisis profundo o complétido.
  • Hay medios que han abandonado totalmente el uso de esa expresión y emplean una terminología científica o divulgativa adecuada.

  • Hay medios que la introducen de forma crítica, explicando que no corresponde a un concepto científicamente válido en la actualidad.

  • Hay medios que emplean la expresión en forma negativa: "esta especie no era el eslabón perdido", pero de forma acrítica y sin rechazar la validez del concepto. Es decir, que ésta no, pero otra especie aún por descubrir sí podría ser el eslabón perdido.

  • Finalmente están los medios que emplean la expresión en forma interrogativa o afirmativa, sugiriendo tanto la validez del concepto como la posibilidad de que, por fin, se haya zanjado científicamente el asunto del eslabón.

Pero además podríamos hacer otra división quizá más interesante, según el significado probable que se le da a la expresión:

En ciertos medios se utiliza el concepto clásico de eslabón perdido:
  • Un fósil concreto que los científicos llevan mucho tiempo buscando
  • Intermedio entre el simio y el hombre
  • Científicamente muy importante, crucial
  • Que constituye la prueba definitiva, o una prueba muy necesaria, para la "teoría de la evolución".
En otros medios se utiliza un concepto nuevo, un eslabón perdido redefinido:
  • No hay un eslabón perdido, sino muchos, que se descubren constantemente
  • Puede ser intermedio entre simio y hombre, entre pez y anfibio, entre mamífero cuadrúpedo y ballena, etc.
  • Científicamente importantes, pero no cruciales.
  • Permiten completar conocimientos al "llenar huecos", pero no son necesarios como pruebas de la evolución.
Este concepto nuevo equivaldría a grandes rasgos al de "fósil transicional" (expresión técnica de uso habitual en paleontología evolutiva). El problema es que utilizar "eslabón perdido" de esta forma sigue evocando ideas erróneas (la cadena en lugar del árbol evolutivo), aparte de que rara vez se entiende bien (como pasa también con "fósil transicional"). Debido a la persistencia del concepto clásico, ambos significados se combinan y al final lo que el lector tiene en la cabeza es probablemente una mezcla confusa de ambos.

martes, 23 de marzo de 2010

Antepasados del Hobbit de Flores habrían llegado hace 1 millón de años a la isla

Uno de los homínidos más famosos es el Hobbit de Flores, el Homo floresiensis. Se habla de él en todos los medios apenas tienen una excusa, si bien por lo general dicen cualquier cosa. Pero se mantiene tanto en los medios por algo, siempre está dando noticias. Ahora se ha presentado un nuevo estudio en Nature que dice que los antepasados del Hobbit estaban en Flores al menos desde hace 1 millón de años.

herramientas liticas isla de flores

Se sabe que los floresiensis vivieron en la isla de Indonesia hasta hace unos 17 mil años, y se especulaba que sus antepasados estaban en la isla al menos desde hacía 500 mil años. Todavía no se sabe quienes eran esos antepasados, ya que sólo se los conoce por las herramientas líticas que han dejado.

Antes de seguir, cabe aclarar que las barbaridades que se andan diciendo en algunos medios, de que el Hobbit hace tambalear la teoría de la evolución… es eso, una barbaridad periodística! Pero bueh, todo surge de una mala interpretación de que justamente este pequeño homínido lo que hace es modificar lo que creíamos hasta ahora de la evolución de nuestro géneo Homo, ya que el tener homínidos allí desde hace tanto tiempo indicaría que habrían salido antes de África, o que se podrían haber originado en Asia los primeros Homo.

Se cree que los antepasados de los Hobbit habrían llegado a la isla de Flores al menos un millón de años atrás.

“Sea la que sea la especie que logró llegar a la isla hace 1 millón de años, era probablemente un ancestro del Homo floresiensis”, dice William Jungers, de la Universidad de Stony Brook, y uno de los responsables del estudio.

A estos supuestos ancestros los podemos conocer por las herramientas simples que han dejado como evidencia. Pero lo que sorprende, es que para llegar a la isla, debían haber dominado aunque sea algún tipo de navegación rudimentaria, ya que grandes canales marinos separaron, siempre en todas las épocas, a la isla de Flores del continente.

Las herramientas son unas 45, y fueron descubiertas en un yacimiento, Wolo Sege, que pudo ser datado en 1 millón de años gracias a la capa volcánica que estaba justo debajo de ellas. Y el estrato está sobre el mismo en el que se habían descubierto antes herramientas en los yacimientos cercanos Mata Menge y Boa Lesa.

Lo interesante es que antes se creía que los primeros homínidos en la isla habían llegado hacía unos 880 mil años, y para esa época se nota la deaparición del elefante enano y de la tortuga gigante en la isla, por lo que podría estar asociado a la llegada de estos homínidos. Pero ahora se ve que fue mucho tiempo el que convivieron juntos, por lo que la razón debería ser otra.

Referencias

A. Brumm et al. Nature doi:10.1038/nature08844; 2010

mapa de la isla de flores, hobbit

domingo, 21 de febrero de 2010

Las claves genéticas de la 'cuna' de la Humanidad

Un grupo de bosquimanos camina por un sendero de Namibia. | Stephan C. Schuster

Un grupo de bosquimanos camina por un sendero de Namibia. | Stephan C. Schuster

  • Descifran el ADN de la población con la forma de vida más primitiva
  • La conclusiones permitirán mejorar las aplicaciones médicas

Durante años las investigaciones de genética humana han provocado un enorme sesgo en las bases de datos a favor de las poblaciones de origen europeo. De todos los genomas completos que se han publicado hasta la fecha sólo uno de ellos es de África, el lugar donde habitaba el ancestro común y desde el que el ser humano colonizó el resto del planeta. Ahora, una investigación dirigida por científicos de la Universidad de Penn State (EEUU) ha demostrado hasta qué punto estaba equivocado el camino científico seguido por los estudios genéticos.

El estudio ha analizado la secuencia de ADN de cuatro bosquimanos de la etnia Khoisán y un miembro de los Bantú, para lo que se ha prestado voluntario el arzobispo y Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu. Los investigadores han identificado 1,3 millones de variantes genéticas desconocidas hasta la fecha. Con la secuenciación de los dos europeos, tres asiáticos y un africano secuenciados hasta ahora sólo se habían documentado entre 3 y 4 millones de variantes.

Los investigadores, en Namibia. | S.C.S.

Los investigadores, en Namibia. | S.C.S.

"La variación genética humana es vital para determinar el riesgo de padecer una enfermedad que tiene un individuo o la capacidad que tiene para responder a un determinado fármaco", explica la coautora del trabajo Vanessa M. Hayes, de la Universidad de New South Wales en Australia.

"Hay que recordar que la genómica humana está llegando a ser una fuente de conocimiento médico real y muy poderosa que podría alcanzar su punto álgido en 2010", asegura el autor principal del trabajo, Stephan C. Schuster, científico de Penn State y líder del grupo que descifró el genoma del mamut hace algunos meses.

Los últimos cazadores-recolectores

Schuster seleccionó a cuatro representantes de la etnia Khoisán, una población de bosquimanos que habita en Namibia, por ser el único grupo que aún mantiene el tipo de vida cazador-recolector que tenían los primeros seres humanos.

Además, ha evolucionado sin interrupción desde la separación del ancestro, algo que no han hecho las poblaciones europeas o asiáticas que pasaron por un cuello de botella genético cuando unos pocos individuos se expandieron por el hemisferio norte. "Hay más diferencias genéticas entre dos bosquimanos que entre un europeo y un asiático", compara Hayes.

"Estas características permiten a los científicos estudiar no sólo las aplicaciones médicas sino también las adaptaciones al modo de vida", explica Tomás Marqués Bonet, investigador del Departamento de Ciencias Genómicas de la Universidad de Washington y del Instituto Médico Howard Hughes.

La investigación detalla un perfecto ejemplo de este tipo de mutaciones relacionadas con el modo de vida. Los individuos analizados no poseen el gen que permite fabricar la enzima que digiere la lactosa. Como es lógico los cazadores-recolectores no consumían leche, porque no explotaban ganado. Algo que sí comenzaron a hacer los humanos con el inicio de la agricultura y la ganadería. Por ello ese gen y la capacidad de digerir la leche sí se encuentra en las poblaciones europeas o asiáticas.

Los neandertales comían en la cama


  • Tenían dormitorio en el área más interna y protegida del abrigo
  • Allí comían las sobras de la comida como 'snacks' cuando tenían hambre

Los neandertales que habitaron en el yacimiento de Abric Romaní, en Barcelona, no sólo tenían organizado su hogar para que fuera lo más cómodo posible, sino que también lo hacían con la intendencia, y guardaban los restos de las comidas para tomarse 'unas tapas' de forma independiente a la comida.

Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado los investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), tras la campaña del último verano en el municipio de Capellanes, donde se encuentra el yacimiento.

Los investigadores han descubierto que los neandertales que, hace 55.000 años, habitaron en este abrigo tenían una considerable complejidad organizativa: dividían el espacio según las zonas de uso. De hecho, tenían un área destinada únicamente como dormitorio de descanso, que era la más interior y, por tanto, más protegida. Se trata de un tipo de habitación que, hasta ahora, sólo se había documentado en los 'Homo sapiens'.

El paleontólgojo Josep Vallverdú, uno de los autores del trabajo que han publicado en 'Current Anthropology' sobre este yacimiento, explica que en ese espacio sólo hay restos arqueológicos que indican que allí se hacía fuego, para mantenerse en calor.

Especifica que, por la distancia entre las hogueras, se calcula que cabrían allí entre seis y ocho individuos, en un espacio de entre 10 y 15 metros cuadrados, es decir, casi un fuego por metro. Curiosamente, en otras zonas del mismo abrigo, las hogueras se utilizaban de otra manera.

Estas áreas dormitorio y de descanso también tomaban pequeños 'tentempiés' o 'tapas' a partir de las sobras de comida del día anterior, un comportamiento que también se ha observado en poblaciones primitivas actuales.

Los neandertales de Abric Romaní también cubrían el suelo con pieles, según explicaba Eudald Carbonell a ELMUNDO.es hace unos meses; encima ponían limo o arena y hacían sus hogueras. De ese modo, cuando éstas se apagaban podían sacar las cenizas de las cuevas con facilidad.

Desentrañan la tecnología de los primeros humanos europeos

Escrito por Kanijo en Ciencia General, Historia
Tecnología de los primeros humanos europeos
Arriba: Cráneo de Homo georgicus hallado en Dmanisi(Georgia). (Foto de E. Lacasa). Abajo: Industria lítica procedente del yacimiento de Dmanisi (nivel IV).

Investigadores de la UAM han desarrollado un trabajo de investigación sobre los primeros útiles líticos documentados en Eurasia. Este estudio, desvela la complejidad de los comportamientos técnicos de los primeros homínidos del yacimiento de Dmanisi, cuya cronología, cercana a los dos millones de años de antigüedad, resulta la más antigua documentada hasta el momento en Europa.

El profesor Javier Baena Preysler y su equipo, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, a través de un proyecto de la Fundación Duques de Soria y el Ministerio de Asuntos Exteriores en coordinación con el Museo Nacional de Georgia, vienen colaborando en los trabajos de excavación y estudio de los restos hallados en Dmanisi. Este yacimiento es el más rico en fósiles humanos de estas cronologías localizado hasta el momento. Hasta el presente se han encontrado un total de 5 cráneos y decenas de restos correspondientes al esqueleto. Sus similitudes con H. ergaster, sugieren que estos homínidos representan las primeras especies en salir de África, dando lugar al linaje asiático de H. erectus.

Igualmente, los restos de industria localizados suponen un testimonio excepcional de la primera tecnología en herramientas de piedra elaboradas por estos homínidos, que permitió a nuestros antepasados llegar más allá de África del Este.

Las rocas seleccionadas para confeccionar esta industria lítica provienen de un entorno próximo como es habitual en estos momentos antiguos. Casi siempre seleccionaban cantos rodados de los cercanos cauces de los ríos Mashavera y Pinesauri, aunque en ocasiones también escogieron bloques y lajas angulosas. Existe una enorme variedad de rocas que supieron aprovechar, hasta un total de 21 tipos litológicos diferentes, lo cual nos indica en cierta forma la capacidad de reconocer y aprovechar cualquier roca que se pudiese tallar.

Muchos de los cantos que fueron seleccionados no están tallados, siendo seguramente empleados como percutores o yunques. Los tallados, suelen ofrecer planos naturales lisos, en los que resultaba más fácil la extracción de las primeras lascas. En los momentos más antiguos (nivel IV), la explotación se realizaba produciendo lascas sucesivas desde el mismo plano, en series muy sencillas, hasta que el borde del canto se embotaba, momento en el que era abandonado o retomado en otro plano para iniciar la misma operación.

Sin embargo, en el nivel II (un momento posterior en la ocupación) las lascas fueron obtenidas de manera alternativa en una y otra superficie del núcleo o canto, lo que permitía controlar mejor el proceso de talla, y obtener así un mayor número de lascas. El estudio de los materiales de la secuencia de este yacimiento, nos ha permitido apreciar, los primeros cambios tecnológicos que estos primeros grupos humanos sufrieron en su llegada al continente europeo.

Todo ello permite situar la industria lítica de Dmanisi, a medio camino entre las industrias consideradas como preolduvayense o modo 0 y las olduvayenses o modo 1. En Europa occidental, con una cronología un poco más reciente (1,4-0,8 MA) se encuentran industrias que siguen teniendo una tecnología olduvayense hasta algo menos de 1 millón de años. Existen buenos ejemplos de esa tecnología en yacimientos como Monte Poggiolo (Italia), Orce y Atapuerca (España).

A pesar de su sencillez, esta tecnología permitió a estos homínidos una amplia expansión geográfica, como nunca habían conocido hasta entonces, adaptándose a paisajes cada vez más alejados y diferentes del foco originario del Sur y Este de África. Dmanisi supone un importante hito en la evolución de la industria lítica a las puertas de Eurasia a través del cual se expanden los primeros grupos de homínidos.

Los resultados obtenidos en estas investigaciones han sido publicados en Quaternary Internacional.

domingo, 14 de febrero de 2010

La mano, ese prodigio evolutivo

La mano humana es un instrumento notable. Y dentro de la mano, que tengamos el pulgar oponible es realmente prodigioso. El gran Isaac Newton dijo: “Sólo el pulgar ya me convencería de la existencia de Dios”. Sin embargo, y a pesar de que tener un dedo oponible es un acierto, otros primates también lo tienen. Ahora bien, no pueden usar sus patas como el hombre la mano. Por dos causas. Primera: la mano tiene dos presas que pueden actuar de forma simultánea. Podemos coger una pelota con la palma y, a la vez, sostener un bolígrafo con los dos primeros dedos. Y segunda: la unión neural directa entre el cerebro, más concretamente el cerebro anterior, y la mano mediante lo que se llama la vía piramidal. En el chimpancé, por ejemplo, la mano no está tan bien dotada desde un punto de vista nervioso, lo que hace que sus capacidades se vean drásticamente menguadas. El ejemplo más claro es el del pianista: puede golpear 10 veces por segundo sólo con el índice. Evidentemente, la mano del chimpancé es capaz de coger fruta, subir por el tronco de un árbol, beber, acicalarse, tirar piedras y hurgar un hormiguero con un palo. Pero la destreza humana con la mano se encuentra fuera de su alcance.

Y eso que la mano humana, desde un punto de vista biológico, no es gran cosa. Tener un hueso en el brazo, el húmero, dos en el antebrazo, el cúbito y el radio, ocho en la muñeca dispuestos en dos hileras, cinco metacarpianos en la palma y cinco dedos con tres huesecillos -salvo el pulgar que sólo tiene dos- es bastante primitivo. Los anfibios también poseen cinco dedos y otros mamíferos han modificado este antiguo sistema. Así, los caballos han terminado con un único dedo que les permite correr.

No obstante, resulta bastante avanzada en algunos aspectos sutiles. Durante 50 millones de años nuestros antepasados se adaptaron a una existencia arborícola, con lo que fueron desarrollando un miembro anterior más ágil. Tanto el omóplato como la clavícula se conservaron para proporcionar una notable movilidad al brazo. El codo y la muñeca se desarrollaron para permitir una amplísima gama de movimientos. ¿Cuántos animales pueden rascarse todas y cada una de las partes de su cuerpo únicamente con sus miembros anteriores?

Uno de los descubrimientos más curiosos es que determinadas enfermedades pueden “verse” en la mano. Por ejemplo, el síndrome de Down generalmente queda reflejado en huellas anómalas en las palmas. De hecho, presentan menos remolinos, arcos y asas radiales en las puntas de los dedos que quienes no sufrimos este defecto genético. Las personas que padecen esta trisomia presentan una mayor tendencia a tener esas asas en el pulpejo de su dedo anular mientras que la gente normal suele tenerlas en el índice. También tienen mayor tendencia a presentar en la palma la llamada línea simiesca, una línea horizontal y única que cruza de lado a lado la zona más cercana a los dedos. Cerca del 80% de los síndromes de Down la tiene mientras que sólo el 7% de la población normal la posee, y normalmente en una de las palmas.

Súper erupción de Toba, la casi extinción de la raza humana o no

Una súper erupción de un súper volcán hace 73 mil años cambió el clima de todo el planeta, y acabó con gran parte de la vegetación de la India y el Sudeste asiático. Pero eso no es todo: hay estudios que le echan la culpa de una casi extinción de nuestra especie Homo sapiens.

En la isla de Sumatra, Indonesia, se encuentra el lago volcánico más grande del mundo. Tiene 100 kilómetros de largo por 35 de ancho. Es parte del cráter que produjo la erupción volcánica más impresionante que haya ocurrido desde que existe el género humano. Ocurrió hace 73 mil años, y fue tan impresionante que los efectos produjeron un invierno de seis años en todo el mundo, seguido de 1800 años de intenso frío.

Se cree que la columna de humo del volcán Toba pudo alcanzar hasta 40 kilómetros de altura, esto es el doble de cualquier erupción catastrófica histórica.

Así es que las cenizas de la súper erupción se pueden encontrar en lugares tan distantes como la India o el sur de China. En el Océano Indico se descubrió una capa de cenizas de 12 centímetros de espesor, mientras que en el continente indio encontraron zonas con estratos de ceniza de entre 3 y 6 metros.

Antes de depositarse, esa ceniza estuvo en el aire durante meses filtrando los rayos solares. Esto cambió el clima mundial de forma radical, con un período de seis años de lo que se llama invierno volcánico. Se cree que la temperatura pudo haber bajado hasta 16 grados centígrados.

Para que nos ubiquemos, el mundo ha pasado por diversos períodos climáticos a lo largo de sus miles de millones de años de “vida”. Períodos cálidos, y eras de hielo. Para el momento en que el súper volcán Toba entró en erupción se vivía lo que se llama una etapa interestadial, o sea algo de calor dentro de un período glacial.

La súper erupción arrebató al mundo esos años de calor, y le robó los veranos durante seis años. Poco después le siguieron 1800 años de frío intenso, la etapa más fría de la última Glaciación, que había comenzado 100 mil años antes del presente, y terminó hace unos 10 mil años.

¿CASI NOS EXTINGUIMOS?

Ahora, ¿nosotros dónde estábamos? Nuestra especie, Homo sapiens, se originó en Africa hace unos 200 mil años. Desde hace al menos 100 mil ya había humanos modernos viviendo en Medio Oriente, y para la época de la catástrofe de Toba, unos 70 mil años atrás, los Homo sapiens habían llegado a la India, por el sur de la península arábiga. Ya también habíamos poblado el Sudeste asiático y el sur de China. Europa sólo estaba habitada por los neandertales en esos tiempos, y en el resto del mundo todavía no nos conocían.

Así que el devastador efecto de la súper erupción de Toba hace 73 mil años nos agarró en plena corriente colonizadora, y conviviendo con los neandertales en Medio Oriente. ¿Cómo sintieron estas dos especies humanas los efectos de esos seis años sin verano seguidos de 1800 años del frío más intenso?

Hay dos posturas encontradas al respecto. Una es la que puso sobre el tapete la importancia de Toba en la historia evolutiva de nuestro planeta, no sólo con respecto a nosotros. Fue propuesta por Stanley Ambrose en 1998.

Ambrose, antropólogo de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, relacionó estudios genéticos con la catástrofe de Toba. Es que los genetistas venían observando que las poblaciones humanas han pasado por cuellos de botella a lo largo de su historia evolutiva. O sea reducciones drásticas de la población. La más importante la databan justo para la época de Toba.

Allí entra Ambrose en 1998, y relaciona de forma directa los efectos devastadores de Toba en el clima mundial, con los cuellos de botella. Según él la catástrofe podría haber llevado a la humanidad a una casi extinción.

Sus conclusiones decían que toda esa corriente colonizadora humana que había partido de Africa para poblar la India y el Sudeste asiático se habría casi extinguido, permaneciendo con vida sólo las poblaciones de Homo sapiens que vivían en las zonas ecuatoriales tanto del sudeste asiático como de Africa.

Ambrose incluso aducía que este invierno volcánico habría jugado un papel importante en la diferenciación humana. Según él, una combinación de aislamiento de poblaciones y adaptación a los ambientes locales podrían explicar cómo es que nuestra especie tiene tan poca diversidad genética, pero sí diferencias superficiales de los caracteres físicos. O sea lo que comúnmente se llama razas geográficas.

En palabras de Ambrose: “Cuando la diáspora de los humanos modernos africanos pasó a través del prisma del invierno volcánico de Toba, apareció un arco iris de diferencias”.

GENETICA VS. ARQUEOLOGIA

Hablamos de dos posiciones con respecto a los efectos de Toba en nuestra especie. La contraparte dice que no existieron tales cuellos de botella, ya que esa reducción de población que se ve en los genes no se correlaciona con la evidencia arqueológica.

Los sitios donde nuestros antepasados vivían, comían y fabricaban sus herramientas no han sufrido abandonos. Incluso en la misma India se han visto yacimientos en los que hay presencia normal por debajo y arriba del estrato que contiene las cenizas de Toba.

Es común ver que la genética se enfrenta a las evidencias arqueológicas. Es que los genetistas no suelen prestar atención más que a los genes, al contrario de los científicos dedicados a la arqueología y paleoantropología, ya que ellos no sólo buscan datos en los restos arqueológicos y en los fósiles, sino también en otras ciencias como la geología, palinología, climatología, y la genética entre ellas.

En este caso los cuellos de botella vistos en los genes no se apoyan en evidencias sólidas, sino en un gran número de suposiciones. Por ejemplo, para interpretar un cuello se basan en la asunción de que en el pasado había más endogamia, y así estiman cuál sería el tamaño de la población. Algo que no podremos dar nunca por seguro, a no ser que tengamos una máquina del tiempo.

El tema es que desde la arqueología no se ve ninguna discontinuidad en el registro fósil ni tampoco en las evidencias de herramientas líticas. No se lo ve en Africa, y tampoco en Asia. No hay evidencia alguna que sugiera un cuello de botella hace 73 mil años. Tampoco se ve ningún tipo de reducción de población entre los neandertales que poblaban Europa.

El golpe de gracia a la “casi extinción humana” se lo dio un estudio en 2007 de Petraglia y colegas. Ellos excavaron un yacimiento en India, donde se suponía que la población humana habría desaparecido.

Los científicos descubrieron un yacimiento humano en el que se veía la huella de la catástrofe de Toba: una franja de ceniza volcánica. Pero encontraron restos arqueológicos tanto debajo de esa franja, como por encima. Y eran herramientas similares, o sea previsiblemente una continuidad de la misma población.

EL HUMANO FLEXIBLE

En la actualidad hay estudios tanto desde la genética como desde la arqueología que desestiman esas reducciones drásticas de la población humana.

Ese estudio del yacimiento en India, demuestra que los humanos fueron y son flexibles ante los cambios climáticos. No somos plantas que no podemos movernos, y ya hace 70 mil años éramos un animal inteligente, que tenía tecnología. La flexibilidad de los humanos modernos se ve que era suficiente como para superar un evento colosal como la súper erupción de Toba.

En 2008, científicos israelíes terminaron de sepultar la hipótesis de la casi extinción de nuestra especie. Doron Behar y colegas, realizaron estudios genéticos evitando todas las suposiciones que generalmente se utilizaban, y así lograron refutar los cuellos de botella. Así la genética terminó estando de acuerdo con los datos arqueológicos.

Sobrevivimos a la erupción volcánica más grande que ha ocurrido en nuestro planeta en los últimos 2 millones de años, y pudimos adaptarnos a la catástrofe climática que le siguió. No nos extinguimos, ni estuvimos cerca, pero obviamente no habrá sido un paseo en bote. Todas las poblaciones más cercanas a Sumatra desaparecieron, y otras que vivían en regiones más frías tuvieron que migrar.

Aquí en Futuro vimos ya el caso de la cultura Clovis de América, que desapareció luego de una catástrofe climática similar, y así se cree que desaparecieron también nuestros parientes los neandertales. Es algo para tener en cuenta en estos días de calentamiento global, ya que somos flexibles como especie, pero en el camino quedan muchos individuos.

miércoles, 3 de febrero de 2010

La risa universal

Las señales auditivas de ciertas emociones son reconocibles por todo el mundo
  • Personas de culturas diferentes identifican la risa como expresión de felicidad
  • Este sonido parece tener raíces evolutivas ya que varios animales lo emiten
Dos hombres paquistaníes riéndose. (Foto: AP | Muhammed Muheise)

Dos hombres paquistaníes riéndose. (Foto: AP | Muhammed Muheise)


MADRID.- Un esquimal es capaz de saber si un maorí está triste al reconocer en su rostro la expresión de esa emoción. La cara es el espejo universal del alma y por eso somos capaces de interpretar ciertas sensaciones aunque nuestras culturas sean dispares. Y no sólo los gestos. La risa, el llanto y otros sonidos que acompañan a los sentimientos también son comunes a todos los seres humanos.

"Las personas empleamos una gama de señales para comunicar las emociones, incluyendo la emisión de sonidos, las expresiones faciales y la postura", señalan los autores del estudio publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. "Las señales auditivas permiten la comunicación afectiva cuando el receptor no puede ver al emisor", añaden.

Varias investigaciones han comprobado que algunas de estas herramientas comunicativas son universales, ya que individuos de distintas culturas, que no comparten el idioma ni las costumbres, son capaces de identificar qué emociones pretenden transmitir. Sin embargo, en el caso de los sonidos, la cuestión seguía siendo una incógnita.

Investigadores del University College London (Reino Unido) diseñaron un experimento para resolver esta duda. Y se centraron en las conocidas como emociones básicas (miedo, asco, ira, tristeza, sorpresa, alegría, placer sensual, éxito y alivio). "Se considera que éstas constituyen funciones desarrolladas que comparten todos los seres humanos, tanto en términos de fenomenología como en forma de señales comunicativas", señalan.

Dos grupos de procedencia muy distinta sirvieron para comprobar su teoría. Uno estaba formado por ciudadanos británicos y el otro por miembros de la tribu Himba, que habita en la región norte de Namibia. Las distancias culturales, educativas, lingüísticas, etc., son evidentes.

Cada uno de ellos escuchaba una pequeña historia que hablaba de una de estas emociones (por ejemplo, acerca de la tristeza que sentía alguien por la muerte reciente de un pariente cercano) y después escuchaba dos sonidos -grabados previamente por personas de ambos grupos étnicos- y debía identificar cuál correspondía a la sensación de la que trataba el relato.

"Las personas de ambos grupos parecían reconocer fácilmente las emociones básicas", explica Sophie Scott, principal autora del estudio. "Esto sugiere que estas emociones -y sus señales auditivas- son similares en todas las culturas".

Entre ellos, uno especialmente: la risa. Con las demás sensaciones, las ventajas de pertenecer al mismo grupo eran más evidentes (los británicos acertaban más cuando el emisor era de su misma procedencia, al igual que sucedía con los himbas). Pero, cuando se trataba de la risa descrita en el relato por la acción de hacer cosquillas-, los porcentajes de acierto crecían, los filtros culturales no eran tan patentes.

"Las cosquillas hacen reír a todo el mundo", ha explicado Dina Sauter, otra de las investigadoras. Y no sólo a los humanos. "Hemos visto esta reacción en otros primates así como en otros mamíferos. Esto sugiere que la risa tiene unas raíces evolutivas muy profundas, posiblemente originadas como parte de la comunicación durante el juego entre niños pequeños y madre".

Ascendencia Neandertal y de Ser Humano "Moderno"

Foto: Bristol U.Los dientes de un niño con 30.000 años de antigüedad están proporcionando nuevos datos sobre la evolución de los humanos modernos, gracias a una investigación de la Universidad de Bristol.


Los dientes son parte de restos notablemente completos de un niño, que fueron encontrados en Abrigo do Lagar Velho, en Portugal, y desenterrados en 1998 bajo la dirección del profesor Joao Zilhao de la Universidad de Bristol. Clasificado como un humano moderno con ascendencia neandertal, este niño ha hecho que la comunidad científica deba enfrentarse a preguntas polémicas sobre cuán extensamente los neandertales engendraron descendencia mixta con los humanos modernos de los grupos de ascendencia africana cuando entraron en contacto en Europa.

Los humanos modernos iniciales, cuya anatomía se considera básicamente similar a la de los humanos actuales, surgieron hace más de 50.000 años, y durante mucho tiempo se ha creído que la biología humana ha cambiado poco desde aquel entonces.

Al evaluar la biología de humanos arcaicos tardíos como los neandertales, es habitual compararlos con los humanos actuales e ignorar en gran medida la biología de los humanos modernos iniciales, que llegaron a compartir una misma época con los neandertales.

Con esto en mente, un equipo internacional, que incluyó al profesor Zilhao, reanalizó los dientes del niño de Lagar Velho y los compararon con dientes de neandertales, de humanos del Pleistoceno tardío (12.000 años de antigüedad) y de humanos modernos.

Los investigadores encontraron que los dientes del niño de Lagar Velho encajan de manera evidente con el patrón dental típico de los neandertales precedentes, y contrastan con los dientes de los humanos del Pleistoceno tardío y los de los humanos modernos actuales.

Este nuevo análisis del niño de Lagar Velho se suma a un conjunto creciente de información proveniente de otros fósiles de humanos modernos tempranos encontrados en diversas zonas de Europa que muestra que estos "humanos modernos iniciales" eran "modernos" sin ser "completamente modernos". La evolución anatómica humana continuó después de ellos.

Información adicional en:

Scitech News


miércoles, 27 de enero de 2010

Conducta Moderna de Humanos Medio Millón de Años Antes de lo Creído

22 de Enero de 2010. Foto: Gonen Sharon, Hebrew University of JerusalemPruebas de un comportamiento humano complejo en una época tan lejana como 750.000 años atrás, han sido obtenidas por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Eso es alrededor de medio millón de años antes de lo que los arqueólogos previamente estimaban.


El descubrimiento fue realizado en el transcurso de las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Gesher Benot Ya'aqov, ubicado en el Norte de Israel, llevadas a cabo por un equipo del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea.

Un análisis de la distribución espacial de los restos hallados revela un patrón de áreas específicas en las que se llevaban a cabo distintas actividades. Este tipo de organización indica una conceptualización formal del espacio vital, que necesita de la existencia de una organización social y la comunicación necesaria entre los miembros del grupo. Se cree que estas habilidades de organización son exclusivas de los humanos modernos.

Hasta ahora, los intentos de rastrear el origen de tales comportamientos en varios asentamientos prehistóricos en el mundo se han concentrado en el análisis espacial de yacimientos arqueológicos del Paleolítico Medio, donde se han encontrado áreas de actividad, en particular las relacionadas con las chimeneas, y sobre las cuales únicamente se han encontrado datos de sólo unos 250.000 años atrás.
Los árboles están ubicados en la Unidad de Recursos Genéticos Vegetales, sita en Geneva, Nueva York.

En la investigación se evaluó la resistencia de las plántulas a enfermedades críticas.

Se recogieron datos de 776 árboles sobre resistencia a tales enfermedades. La diversidad genética de los 280 especímenes de Armenia y Georgia fue comparada con los resultados obtenidos para los especímenes de Rusia y Turquía.

Un total de 106 alelos fueron identificados en los árboles de Georgia y Armenia.

La diversidad genética promedio osciló entre 0,47 y 0,85 por locus. Los investigadores han llegado a la conclusión de que la diferenciación genética en los lugares de procedencia de las muestras fue mayor que la encontrada entre ambos países.

Los datos sugieren que las poblaciones silvestres de M. orientalis de regiones alrededor del Mar Negro son genéticamente distinguibles y muestran altos niveles de diversidad.

Información adicional en:

Neurociencias: Primeros cuatro años de vida determina desarrollo futuro de los niños.



Las neurociencias han demostrado que dos billones de neuronas se crean en los primeros meses de vida, pero sólo con la adecuada estimulación cognitiva, afectiva y el acceso a distintas experiencias es posible que los niños y niñas logren su pleno desarrollo.

El rendimiento académico, las posibilidades de caer en la delincuencia o de ser adicto a la nicotina; son solo algunos de los aspectos que se ven determinados por los primeros cuatro años de vida. Cada día las neurociencias entregan más evidencias de que la primera infancia es una de las etapas más decisivas en la vida de un ser humano, ya que en ella se sientan las bases de las capacidades cognitivas, sociales y afectivas centrales que prepararan a un niño o una niña para la vida en sociedad.

En la última década los avances científicos han permitido una mayor comprensión de los procesos de desarrollo cerebral y del sistema nervioso y sensorial, evidenciándose la importancia vital de la vida intrauterina y de los primeros años en la maduración biológica que permite a los individuos llegar a ser personas integradas en una sociedad. Por ejemplo, en los primeros meses de vida se desarrollan más de cien billones de neuronas las cuales en una delicada obra de ingeniería deben unirse para dar forma definitiva al cerebro y establecer las conexiones que permitirán los pensamientos, sentimientos, emociones, expresiones, acciones desde allí hasta su adultez.

Así es como, la Organización Mundial de la Salud ha señalado que las condiciones ambientales en la primera infancia, son el determinante más poderoso de las competencias básicas con las que un ser humano se adaptará al mundo. De hecho, asevera que el desarrollo temprano continúa influyendo en la salud de las personas, en distintas formas, a lo largo de todo el ciclo vital.

Como ya lo señalaba Hyman “….en la danza de la vida, los genes y el ambiente son socios inseparables. Los genes esbozan el esquema básico del cerebro, luego la estimulación del medioambiente, ya sea la luz que llega a la retina o el sonido de la voz en el nervio auditivo, enciende y apaga los genes afinando estructuras cerebrales, antes y después del nacimiento.”



Condiciones que no se repiten



Las investigaciones han demostrado que existe una edad óptima para los distintos tipos de estímulos sensoriales y motores, pasada la cual, no vuelven a darse de la misma manera. Es así como la cantidad, calidad, intensidad y diversidad de las experiencias sensoriales y motoras determina en gran medida la gama de estímulos que el niño será capaz de reconocer y apreciar.

De este modo, un niño que no recibe la estimulación necesaria queda con un rezago o retraso en el desarrollo que –de no ser tratado- será determinante para el resto de su infancia y vida adulta. Las cifras son bastante elocuentes: Según Verónica Silva, Secretaria Ejecutiva del programa Chile Crece Contigo, en Chile 3 de cada 10 niños llegan a la Educación Preescolar con algún nivel de rezago. Por ello “es fundamental detectar tempranamente ese rezago y generar las instancias para que todos los niños y niñas reciban la estimulación adecuada”.

Pero no sólo se trata de la estimulación cognitiva. “Nada de esto sirve si no es apoyada su parte afectiva y social, si son queridos y contenidos de forma que aprendan a confiar en el mundo”, señala Pilar Fort, investigadora y experta de la organización norteamericana Zero to Three que promueve el adecuado cuidado y estimulación de niños pequeños.

Por el contrario, la adversidad y las relaciones deterioradas también impactan en el desarrollo del cerebro. De esta forma, cuando el niño o la niña no reciben relaciones de protección y cuidados adecuados, aumenta el nivel de hormonas asociadas al estrés generando mayor riesgo de enfermedades físicas y mentales que dura hasta su vida adulta. También se ha demostrado que de los castigos no se extraen aprendizajes, al contrario es con los resultados positivos que se activan las redes neuronales en el cerebro, plasmando el aprendizaje correcto. Por esto es importante que los padres y cuidadores de niños en lugar de retarlos cuando hacen algo mal, les muestren la forma correcta de hacerlo. “Los aprendizajes hay que enseñarlos a través del ensayo reiterativo”, grafica Marcela Peña, investigadora en Neurociencias de la U. de Chile.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la calidad del cuidado materno produce efectivos cognitivos y emocionales de largo plazo. Lo importante de esto es que las habilidades de crianza pueden mejorarse y que existe un amplio interés de los padres por entregar una buena formación a sus hijos.

Por esto es que en todo el mundo se están fomentando programas de protección integral a los niños menores de 4 años. Con el fin de ayudarlos a desarrollar toda su capacidad y que tengan las condiciones para vivir una vida plena. Esto planes incluyen a la familia, su entorno, condiciones de vida y por supuesto, la detección temprana de cualquier trastorno o problema de salud. Inglaterra lleva la delantera con 10 años de experiencia. En Chile el Programa Chile Crece Contigo apunta a los mismos objetivos. Pero su intención no es sólo abarcar a la población de menores recursos. Se trata de un programa integral que busca llegar también a quienes se atienden en el sector privado de salud y educación preescolar. De esta forma se encuentra desarrollando los convenios que les permitan acceder a estos conocimientos, metodologías y aprendizajes.

La hipermorfosis y encefalización


La hipermorfosis jugó papel importante en la evolución de órganos como la cornamenta del alce irlandés o el cerebro humano y la mente, que no tiene más de 500.000 años. AL principio el homo tiene tamaños cerebrales superiores a los 600 cc, considerablemente mayores que los grandes antropoides, los de Australopithecus y los de Paranthropus. Pero hace tres millones y medio de años, su capacidad tenía unos 300-400 cm3, una capacidad similar a la de los chimpancés actuales. Cerca de un millón y medio de años atrás tal capacidad craneal se había duplicado, y siguió creciendo posteriormente hasta alcanzar los mayores valores en dos especies del Cuaternario: El Homo neanderthalensis y nosotros: Los Homo sapiens, con valores cercanos a los 1300 cc.
El tamaño absoluto del encéfalo no es una buena medida de la inteligencia, ya que su volumen depende del tamaño del cuerpo. Los humanos tenemos un cerebro con una masa alrededor de los 1250-1350 gramos. Pero no somos los mamíferos con el mayor encéfalo, son mayores los del elefante africano (5.600 g) o las ballenas (6.800 g). El encéfalo cumple las tareas de la coordinación del funcionamiento resto del cuerpo, y por lo tanto debe ser grande en las especies de gran tamaño corporal. La encefalización es el tamaño relativo del cerebro respecto al tamaño corporal. El único método para comparar el encéfalo de especies de tamaños diferentes es el de calcular el peso encefálico que debería tener según su peso corporal (valor esperado) y comparar dicho peso con su peso encefálico real (valor encontrado). El índice entre valor esperado y el valor real se conoce como índice de encefalización (igual a 1 significa que corresponde con su tamaño corporal. Si > 1 los encéfalos son mayores de lo esperado. Los humanos tenemos un encéfalo 7 veces superior que un mamífero de su tamaño, pero comparado con un primate haplorrino1 de su tamaño tiene un cerebro 2,9 veces superior ("El hombre en el grupo de los primates". http://www.sindioses.org/cienciaorigenes/hipermorfosis.html)
Los cerebros de los chimpancés y gorilas tienen una alta tasa de crecimiento antes del nacimiento, pero está se frena ostensiblemente después del nacimiento. Sin embargo, los humanos se diferencian de sus primos porque en su evolución lograron obtener un rápido crecimiento del cerebro antes del nacimiento y dos años después de este. Los humanos retenemos la tasa de crecimiento neuronal. Nosotros añadimos cerca de 250,000 neuronas por minuto en el desarrollo postnatal temprano. Esta fue la clave.
La proporción entre el peso del cerebro y el peso del cuerpo es similar para los grandes simios y los humanos recién nacidos. Precisamente los simios y humanos se parecen más entre si cuando son bebes. Sin embargo cuando los humanos son adultos la proporción es 3.5 que la de los simios. A medida que un humano crece la relación entre el peso del cerebro y del cuerpo está literalmente por fuera de patrón (Fig.3). A nivel celular se puede notar que se forman cerca de 30,000 sinapsis por segundo por centímetro cuadrado durante los primeros pocos años de vida (las sinapsis son las conexiones entre neuronas)

En la figura 3 se nota que los humanos se alejan del patrón cuando uno compara la encefalización humana con la de otros simios. La tasa cerebro/cuerpo humana (El índice de encefalización) es cerca de 3.5 mayor que la de otros simios. La retención de la tasa de crecimiento neuronal en nuestra evolución hace de los bebes humanos "fetos extrauterinos" por los primeros años de nuestra vida. Nuestra gestación actual sería de 21 meses si siguiéramos el patrón de madurez de los simios. Es decir, naceríamos del tamaño que tienen los niños de un año de edad. Tal parto sería imposible para una madre humana. Es de notar que el parto a las 40 semanas de gestación es de por si muy laborioso por las modificaciones de la pelvis humana a la postura bípeda (la postura bípeda evolucionó antes que la retención de la tasa de crecimiento neuronal). El nacimiento de un bebe humano es resultado de la anchura de la pelvis, la madurez de los pulmones, e indudablemente la circunferencia de la cabeza. La extraordinaria producción de neuronas en forma continua que creó la evolución tuvo importantes y radicales consecuencias para los humanos, tales como:
Generar nuevos módulos (sitios dirigidos) que pueden adquirir nuevas funciones.
Almacenar nuevas memorias para ser usadas en pensar y pronosticar nuevos escenarios
Aprender por la interconexión entre ellas mismas y con las neuronas generadas prenatalmente.
Este período de desarrollo postnatal tiene mucho que ver con la maduración de los circuitos neuronales determinados por el diámetro del axón y la mielinización
La niñez: Una nueva etapa en el ciclo de vida humano
El mantenimiento de la tasa de crecimiento rápido de neuronas trajo como consecuencia el desarrollo de la niñez. Este período va desde los tres a los siete años. El período de la niñez está caracterizado por la dentición inmadura, un pequeño sistema digestivo, y un rápido crecimiento del cerebro que demanda una alta dieta calórica. Este es un período de tiempo cuando los humanos deben ser llevados y alimentados por los adultos. Durante este tiempo, el cerebro se desarrolla más rápido que cualquier otra porción del cuerpo (Figura 4), y se desarrolla mucho más rápido que el sistema digestivo requerido para alimentarlo. Los enormes requerimientos calóricos para el desarrollo del cerebro debería demandar un prolongado período en el cual el infante debería tener que ser alimentado por adultos
El período de la niñez podría permitir que el cerebro se desarrolle en un ambiente enriquecido. Como B. Childs concluyó: "La exposición extendida de un sistema nervioso madurando gradualmente a las experiencias de un ambiente variable, junto con la resilencia mental a continuar a aprender en todos los años es la receta para la agilidad adaptativa que ha capacitado a los seres humanos para vivir en todas las latitudes y así explotar todos los recursos de la Tierra para la construcción de civilizaciones y para ser estéticamente creativo.". Otros científicos, como B. Bogin argumenta que esto es actualmente un producto colateral de la infancia y no su intención. El valor selectivo de la niñez debería ser mejorar la posibilidad de supervivencia de cada infante hasta la madurez. Esto explicaría porque los humanos tienen un prolongado desarrollo y una baja fertilidad, lo cual hizo la rama de los Homo unos simios únicos, adaptables, creativos y muy cabezones. Muchos estudiosos argumentan que nosotros llegamos a ser humanos a través de nuestras interacciones tempranas con un ambiente rico en sonidos, texturas, olores e imágenes. Esta breve reflexión sobre nuestro proceso evolutivo de hipermorfosis lleva un importante mensaje: "Cuidar de una infancia feliz, con educación y buena nutrición es la clave para el óptimo desarrollo de los individuos y de toda la sociedad."

Chimpancés altruistas adoptan a crías huérfanas

Al parecer, los chimpancés pueden ser tan altruistas como nosotros lo humanos, ya que según una nueva investigación ha descubierto 18 casos de crías que han quedado huérfanas y han sido adoptadas por otras madres.

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Estos casos fueron vistos en al bosque Tai, Parque Nacional Taï, en el suroeste de Costa de Marfil. Los padres adoptivos, tanto hembras como machos, no se han hecho problema en adoptar a los huérfanos y los han tratado como si fuesen hijos propios.

Es un caso de altruismo extremo, ya que les lleva mucho trabajo y tiempo criar a un niño que no es suyo, y no reciben nada a cambio. O sea, es un gesto desinteresado.

Hay casos de altruismo en la naturaleza, pero suele ser bastante instintivo. En este caso se trata de un comportamiento costoso para ayudar a otro sin ningún beneficio propio, algo sólo visto en el género humano.

Ya antes habían descubierto otros comportamientos desinteresados de los chimpancés, como compartir comida, aunque se ha dicho que en este caso podría ser algún tipo de reciprocidad. Aunque el caso de los huérfanos, ya no se trata de algo recíproco.

Criar a un huérfano implica años de cuidados, como vigilarlo en los viajes, proveerle protección en conflictos y compartid comida con él.

Algo más extraño es que la crianza de las crías suele recaer en las hembras, pero se han visto varios casos de machos que adoptaron huérfanos.

Fuente: Livescience

La Península Ibérica, último refugio neandertal hasta hace 37 mil años

La cadena montañosa Cantabro-Pirenaica al parecer encerró a la Península Ibérica, e hizo que al sur del Ebro fuese un refugio para los neandertales, donde lograron sobrevivir muchos miles de años mientras sus congéneres del resto de Europa eran asimilados o reemplazados.

Dientes datados de Pego do Diablo Se trata de un nuevo estudio publicado por João Zilhão y colegas en PLoS ONE. Allí los autores parten de la base de que sólo los humanos modernos están asociados con los estadios tardíos de la tecnología lítica auriñaciense, por lo que se pueden datar los patrones de aparición de esta tecnología.

Usando técnicas de datación de radiocarbono AMS lograron datar muestras de fauna asociada a estratos del Auriñaciense III-IV en la cueva portuguesa Pego do Diabo. Los resultados establecieron con seguridad que el proceso de asimilación/reemplazo en el oeste de Eurasia debe haber ocurrido antes de 34,500 años atrás, ya que esa es la fecha en que todo es auriñaciense, o sea sapiens.

Combinado con la cronología del Musteriense tardío y algunas dataciones imprecisas del Auriñacience II, de otros yacimientos portugueses los autores concluyen que ningún neandertal podría haber persistido totalmente aislado más allá del 37.000 antes del presente.

Las evidencias más antiguas de Homo sapiens en Europa datan de hace 40 mil años, en la región del Danubio.

Según explica Zilhao, "creo que el patrón de la 'frontera del Ebro' se generó por factores climáticos y demográficos ya que coincide con un periodo climático globalmente más templado durante el que los bosques de robles y pinos se expandieron a lo largo de la fachada occidental de Iberia".

Para el investigador, la población disminuyó y probablemente se produjo una ruptura en las redes de interacción como resultado de la expansión en estas tierras cubiertas de árboles, favoreciendo la creación y persistencia de los refugios de población.

"Entonces, a medida que los entornos se abrieron de nuevo a las manadas de grandes herbívoros y sus cazadores como resultado del regreso de las condiciones más frías, debió sobrevenir la interacción y el movimiento a lo largo de los límites previos y los últimos neandertales pasaron por los mismos procesos de asimilación o reemplazo por los que pasaron aquellos que se extinguieron en Europa cinco milenios antes", concluye Zilhao.

Esto también tiene implicancias para la interpretación del niño de Lagar Velho, ya que este fue datado 5000 años despues de la supuesta desaparición de los últimos neandertales de Portugal, por lo que es insostenible que sus rasgos son el resultado de un cruce directo, o sea padres o abuelos, entre neandertales y sapiens. Así es que los autores del estudio lo explican como el resultado de un cruce genético al momento del contacto entre las dos especies, y que demostrarían entonces que el intercambio genético debe haber sido significativo para haber durado 5000 años.

Referencia

João Zilhão, Simon J. M. Davis, Cidália Duarte, António Soares, Peter Steier, Eva Wild. Pego do Diabo (Loures, Portugal): Dating the Emergence of Anatomical Modernity in Westernmost Eurasia. PLoS ONE, 2010; 5 (1): e8880 DOI: 10.1371/journal.pone.0008880